A ras de suelo

Tumbada, inmóvil, con la mirada perdida. Empapabas el suelo y la toalla secaba tus ganas. ¡Qué mas daba! Permanecías en el tiempo y tu espacio como una mente turbia fluía extracorpóreamente para estrellarse con tu aliento mientras iba empañando el espejo. Tu imagen te mira, pero tus ojos quieren ser ciegos y apagan tu luz. Olvidas y dibujas en el vaho una razón, solo una. Significante motivo para volver a ver. Un sudor frío recorre tus ganas, te palpas, te abrazas y chillas. Todo se vuelve oscuro, llueve dentro y fuera te apagas. El grifo sigue corriendo arrastrando tus dudas y tiñendo tu dolor. Poner el pie en la frontera etérea y salir huyendo. Anónima y sin equipaje. Solo tú.



Buena Caza!!