Taxis en la T-4

¿Merece la pena quedarse en el aeropuerto?.

Nos lo hemos preguntado infinidad de veces.

Según te lo plantees, es mi modesta opinión. Yo, lo veo como un descanso, a la par que me sirve para poder disfrutar de la compañía de mis amigos los comandos, o "la agencia efe" como nos llaman jejeje y si encima tenemos suerte, mejor que mejor.

Evidentemente el aeropuerto (referente a la T4, aunque afecta al resto de terminales) ya no es lo que era desde que aterrizó el metro de Madrid, por eso que vuela (según Telemadrid), el ave y todo ayudado por la crisis taxial que sufrimos.

¿Cuánto tiempo tardamos?. ¿Cuánto es el importe medio de las carreras...? Nos preguntan a menudo tanto clientes como los taxistas que no pisan la bolsa (argot taxial, parada de taxi en el aeropuerto)

He ido tomando nota los últimos días del tiempo de espera, trayecto y el importe conseguido, incluyendo las propinas.

- 2h y 30": barrio Fuencarral (Calle San Modesto)- 25e

- 2h y 40": Travesía de Donoso Cortes- 31,25e

- 4h : Hotel Auditorium- 22e

- 2h : Gran Vía- 35e

- 3h : C/ Conde de Gaitanes- 14,95e

-2h : Alcobendas -20e

- 2h y 30": Velazquez/ Gran Vía/ Plaza de Jacinto Benavente: 45e (tarifa2, domingo)

- 3h : Hotel Villareal - 30,80e

No sé si se equiparán al resto de taxistas, puesto que la suerte también es un factor a tener en cuenta, pero la media debería ser parecida...Con mis trayectos, os podéis hacer una idea del resultado, entonces ¿merece la pena?



Buena Caza!!!

Muestrame tus manos

Las manos hablan, sienten...observalas. Las tuyas, las suyas... Guardan toda nuestra información, y a veces nos delatan junto con la mirada traicionando nuestro subconsciente y poniendo al alcance de cualquiera nuestro yo interior.

Si las guardamos en los bolsillos intentando esconderlas, al momento nos daremos cuenta que estamos incómodos pues no podemos expresarnos con naturalidad. Entonces comprendemos que las necesitamos para poder hablar, enfatizando y complementando una conversación.También hay quien las utiliza como escudo de la introversión.

Yo me doy cuenta, suelo moverlas y expresarme constantemente con ellas.

Dicen los entendidos en la materia que nuestra mano izquierda nos informa de nuestras ambiciones, tendencias e inclinaciones heredadas no realizadas y nuestra mano derecha anuncia objetivos, planes, cambios...nos indica como nos vamos desarrollando. Hasta hay quien puede vaticinar nuestro futuro recorriendo los senderos de sus lineas.

Lo que es seguro es poder sentir el calor de una mano reconfortante, el tacto suave de los bebes...es tan necesario!!.

Fijaros, y me diréis si no os han dicho algo sus manos, las vuestras.

Buena Caza!!!

Alicia

Como si de un ritual se tratase, cada día a la misma hora, a las 8:45 de la mañana, Alicia se asomaba a la ventana con su café humeante recién hecho, la radio de fondo y un cigarrillo en la mano.

Pasaba lista a todo ser vivo e inerte; Buscaba al vecino del quinto, un anciano que siempre iba acompañado por su labrador, al repartidor de prensa, al autobús escolar... Así cada primavera con sus geranios floridos, cada día caluroso del verano, en sus caducos días otoñales , y en los inviernos gélidos.

En la última semana había una nueva incorporación a su listado, dos mariposas que se posaban y se alimentaban libando el néctar de sus geranios. Mientras sonaba una canción en la radio, Alicia se imaginaba como los mariposas aleteaban al compás de las música.

Una mañana cualquiera mientras miraba embobada a los lepidópteros llamaron al timbre.

-¿Quién será a estas horas?- pensó en voz alta. Alcanzó la puerta, y al abrir un espasmo la dejó muda. Era la policía.

-Buenos días, ¿es usted doña Alicia Pérez?

-Así es -contestó.

-Traemos una orden de desahucio. Lo sentimos mucho pero tiene que abandonar la casa.

Entonces recordó que llevaba más de un año sin pagar el alquiler.

Antes de salir por la puerta les pidió un minuto. Se dirigió a su habitación y cogió una pequeña caja. Se acercó a la ventana y con sumo cuidado metió dentro a las mariposas. Los policías la miraron extrañada.

-Lo siento, pero sin ellas no me voy. No quiero dejar de bailar con las mariposas-. Los agentes pensaron que no estaba en sus cabales.

Alicia bajó resignada las escaleras abrazando su bolso, y así protegiendo la caja. Necesitaba algo con lo que seguir mirando por esa ventana.

Buena Caza!!!!

Humor

Buena Caza!!!!!

Angel González

Muerte en el olvido

" Yo sé que existo
porque tu me imaginas.
Soy alto porque tu me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
oscuro, torpe, malo
el que la habita. "

Angel González

Buena Caza!!!!

Soledad

Aguardaba delante de su portal. Entonces se iluminó la escalera. Bajaba ya.

El silencio de la tarde era total, salvando el ruido de sus tacones acompasados. Pisaba firme, segura. Su estilo era vistoso y una estupenda percha completementaba a su indumentaria. Qué guapa es, pensé.

A medida que se iba acercando a mi taxi, fui cerrando mi libro y calentando motores. El taxímetro aguardaba en standby.

-Buenas noches-. Y me regalo una cálida sonrisa,

Correspondí a su saludo, y cordialmente la pregunté: -¿Dónde vamos?-.

-Donde tu me lleves- contestó.

Un gran silencio precedió a la respuesta. Delegaba en mi, un lugar donde acudir un sábado a las 8 de la tarde.

-¿Pero, pero...qué quieres hacer?- la pregunté medio tartamudeando, no sabiendo a que atenerme, ante tan desconcertante destino.

-Salir, tomar el aire, hablar...estoy tan sola-.

-¿Te llevo a la puerta del sol?- Allí puedes ir de compras, tomar algo...

-Acepto, pero con una condición, que te quedes conmigo. Quiero que seas mi compañía-.

Tras unas décimas de segundos, contesté que sí.

Allí pasé la tarde, parte de la noche... con ella, que se llamaba Soledad.

Buena Caza!!

En un sin vivir

Largas esperas. Infinitos minutos esperando pacientemente mi turno taxial, que últimamente finaliza tres calles más allá.
Tanto tiempo dedicado al ocio, al resguardo del calor del habitáculo, al disfrute de la lectura de mi libro que tras unas cuantas cabezadas contra el volante, me desperté con el sonido del claxon producido por mi frente, que alborotaba a los pajarillos que aguardaban junto a mi taxi esperando las migas de algún bocata, los cuales suelen esconderse en los maleteros.
El sueño fue reparador, incluso beneficioso para poder evadirme de las pesadillas que invaden la parte del cerebro ocupada por un taxímetro intracraneal.
Entonces descubrí lo que sospechaba, la noche había tomado terreno, la calle estaba desierta. Arranqué el coche y tomé rumbo al descanso. Pensé en el calor del hogar y en la necesidad de estirar las piernas.
Los semáforos iban a juego con las luces de los taxis, todos verdes. ¡¡¡Qué bonito!!!.
Gran Vía, estaba adornada con un gusano blanco, con una raya roja. Era enorme, desde el cruce con Alcalá hasta la Plaza de España.
Al girar a la Cuesta de San Vicente descubrí la soledad, ni un alma por la calle, hasta que topé con una parada del autobús y entonces vi un tumulto de gente.
Seguí camino, y así sin faloras, porque las capillas ya iluminaban Madrid.
Todo sigue igual pensé, mañana, y al otro...


Buena Caza!!!!

La Noria

Buena Caza!!!