
Llegó a la parada caminando muy despacio con la ayuda de un bastón. Se sentó a mi lado y me indicó el destino con la hoja de ruta
perfectamente estudiada.
Al sentarse ya me dí cuenta que era un tipo un peculiar.Parados en mitad de un atasco, entre pitos y males humores, decidió saludar al municipal que estaba en medio del tinglado, sacando la mano por la ventanilla para poder apretar la mano del agente y preguntarle por qué estaba tan mal el tráfico. La respuesta del agente fue que estaba cortada la carrera de San Jerónimo.
A continuación empezaron las preguntas de rigor:
-¿Es tuyo el taxi?
- Así es- le respondí.
-¿Lo llevas bien, verdad?
-Si señor, no
me va mal.
-Es normal -me dijo - Las mujeres tenéis más picardía, así que cuando llego a casa me quito los pantalones y me quedo en
calzoncillos .Así llevo casi 50 años, pues el año que viene cumpliremos las bodas de oro.
Ganas me dieron de advertirle que cogería frío en invierno, o que simplemente era un auténtico calzonazos.
Saqué mi cuaderno y entre el atasco y los semáforos iba anotando
peculiaridades de aquel tipo para que no se me olvidaran
.
Durante todo el trayecto su mano se apoyaba en el salpicadero y empujaba como si de un freno se tratara. Cuando el semáforo se tornaba a verde el decía -ya!! ... con lo que fastidia - Y me iba repitiendo a cada poco:
- Despacio señorita que quiero llegar bien.
Al llegar al destino me tendió la mano con un billete de 10 euros que había llevado durante todo el recorrido en la mano y me preguntó :
-¿Estás escribiendo tus memorias? y yo le dije:
-No,las mías no señor, LAS SUYAS!!.-Abrió la puerta, se bajó y me dijo:
-
Ahhhhh...
Buena Caza!!