Es su cuento, no el mío.
Llamese A, y de apellido B. El quiero todo, porque ella es famosa, porque cree que ella lo vale. Lástima para ti, reina del submundo, yo te he dicho NO.
Si me lo cuentan, lo dudo. Si lo viví, lo cuento. Real, muy real.
Ella tan mona y tan divina, yo tan tonta y tan ilusa. Comenzamos un camino de rosas con colaboraciones entre eTaxi Madrid y un evento canino. Parece todo tan ideal! Pero zasss, espinas al canto... la balanza va cayendo y deja de compensarse y ya no hay manera de volver a encontrar el equilibrio.
Y en su famoseo y currículum acostumbra a omitir que hay que estar a su servicio, y por su puesto siempre por la cara. Querer tener un etaxi a su disposición y al pasar por caja, solo las gracias. Y me cuentan que llega a un restaurante, o a una tienda... y siempre la misma forma de pago, by the face.
Basta ya de tener que aguantar que soy mala por no llevarla gratis, y no estoy dispuesta a besar el suelo por donde pisa.
Y a eso están acostumbrados algunos famosos, a utilizar su cara para abonar los importes. Pero me niego, y si llevo a alguien gratis que sea a la anciana necesitada, a la que ella ignora.
Mentiras que ganan con el tiempo y ahora se le ve el plumero. Limpia, limpia con el plumero que ya me encargaré yo de manchar tu imagen y gritarle al mundo entero "Qué cara tienes".
Y a ti no, a mis lectores, ah y a tus perritos of course ¡¡Buena Caza!!